Son miles las personas que se ven aquejadas por serias dificultades de origen neurológico e inmunológico crónico a nivel mundial. Estás enfermedades, de origen silencioso, pero de notorios síntomas les impide, tanto a hombres como mujeres, desenvolverse de manera cotidiana con normalidad, siendo la Fibromialgia, una de las más recurrentes. Es por esto, que cada 12 de mayo, se conmemora el día Mundial de la Fibromialgia; esto, con el fin de visibilizar y concientizar a la población sobre las características, consecuencias y efectos que acarrea esta enfermedad en la vida de los que la padecen. Sólo informándonos sobre ella, podremos comprender lo que experimentan los diagnosticados de Fibromialgia y así poder atravesar junto a ellos, los desafíos físicos, sicológicos y sociales que tiene por consecuencia.
¿Qué siente un paciente que padece Fibromialgia?
La Fibromialgia es una patología crónica y compleja que provoca dolor muscular generalizado que puede llegar a ser invalidante. El principal problema de consulta de estos pacientes es el dolor generalizado, acompañado de mialgias de localización imprecisa, de duración prolongada
y, en la mayoría de los casos, se presenta dificultad para definir con precisión el inicio de los mismos. Generalmente, el dolor suele ser difuso, profundo, intenso y en muchas ocasiones difícil de describir. Éstos pueden empeorar con el ejercicio físico intenso, el frío y el estrés emocional. Además, estos “dolores generalizados” usualmente se ven acompañados de astenia, debilidad o fatiga que dificulta o impide que las personas realicen tareas diarias que en condiciones normales, podrían realizar fácilmente. Por último, los pacientes reconocen que experimentan un mal descanso nocturno y no logran obtener un sueño reparador.
¿Qué causas provocan Fibromialgia?
Lamentablemente, la etiopatogenia de esta enfermedad todavía no haya sido aclarada, lo que dificulta su estudio y tratamiento certero. Sin embargo, de manera general, los investigadores coinciden que la fibromialgia es una condición de origen cerebral, ya que cada vez más se descubren anormalidades neuroquímicas a distintos niveles cerebrales en los pacientes diagnosticados, presentando la sustancia P (la que facilita la transmisión del sistema nervioso) niveles hasta tres veces más altos que en personas de condiciones normales. Por otro lado, algunos estudios, revelan otros factores que podrían estar relacionados a su origen, tales como trastornos del sueño, alteraciones musculares (hipoxia muscular y disminución de los fosfatos de alta energía), factores psiquiátricos como la depresión o el estrés, inmunológicos (presencia de inmunocomplejos), causas endocrinológicas (hipofunción adrenal) y disfunción neurohormonal (descenso de serotonina sanguínea, elevación de sustancia P en líquido cefalorraquídeo). De manera paralela, algunas investigaciones relacionan la enfermedad incluso con traumatismos como factor principal desencadenante de su desarrollo, mientras que otras apuntan a agentes microbiológicos, virus o micoplasma, como causa de origen y, finalmente, otras investigaciones afirman que su origen inciden en una condición hereditaria, genética. Sin embargo, como mencionamos antes, ha sido complejo encajar todas estas piezas para aludir a la causalidad exacta de la Fibromialgia.
¿Cómo se diagnostica la Fibromialgia?
Se han desarrollado distintos métodos médicos para diagnosticar la Fibromialgia en sus pacientes, sin embargo, la mayoría coincide en que la medición del dolor crónico es clave. Por ejemplo, en un estudio realizado por el American College of Reumathology, se propuso un método de diagnóstico que medía el aumento de la sensibilidad al dolor al hacer palpaciones digitales en al menos 11 de 18 localizaciones anatómicas propuestas por los científicos en pacientes que presentaban un dolor difuso que había evolucionado en 3 meses o más.
Por otra parte, existe otra clase de diagnóstico de más amplia categorización, la que mide a la Fibromialgia en tres grados: posible, probable y definitiva, lo que permite precisar de manera más real y práctica el diagnóstico de Fibromialgia, vinculando la multitud de síntomas que estos pacientes pueden presentar con el nivel de dolor que los acompaña, incluyendo:
Presencia de dolor predominantemente mecánico.
Rigidez (76-84%) matutina o tras reposo.
Alteraciones del sueño: insomnio, sueño ligero, despertar frecuente, bruxismo y sueño no reparador.
Fatiga con una frecuencia de aparición entre 55-95%. En general de aparición matutina, leve mejoría después para progresivamente ir aumentando a lo largo de la jornada.
Cefalea tensional. Dolor en la parte posterior de la cabeza aproximadamente en el 50% de los enfermos.
Parestesias. Sensación anormal de la piel, como adormecimiento, cosquilleo, punzadas, escozor e inflamación subjetiva con frecuencia bilateral.
Distrés (estrés negativo) psicológico: con elevada asociación a ansiedad, alteraciones del humor y cuadros distímicos (estado parecido a una depresión). Pueden incluso presentar trastornos de pánico y cuadros de fobia simple (temores simples) (19).
Intestino irritable: dispepsia, flatulencia, náuseas, estreñimiento o diarrea, cuadro pseudoobstructivos, etc. Se presenta en un 30-60%.
Síntomas genitourinarios, dolor durante la menstruación, síndrome premenstrual y vejiga irritable.
Fenómeno de Raynaud. Los dedos de la mano, los dedos del pie, las orejas y la punta de la nariz son las áreas generalmente afectadas y se sienten entumecidas y frías como respuesta a las temperaturas bajas o el estrés. Suele estar acompañado de cambios en el color de la piel.
Síntomas vegetativos y funcionales: extremidades frías, boca seca, sudoración excesiva), disfunción ortostática (sentirse mareado o aturdido) y temblor.
Intolerancia a múltiples fármacos.
Distribución específica de puntos gatillos en la inserción muscular o en el propio músculo, pero no en áreas de inervación “densa”.
Alteración del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal.
Conviene resaltar que en gran número de casos existen síntomas y hallazgos objetivos de otras enfermedades asociadas, siendo en la mayoría de las ocasiones artrosis o un síndrome doloroso de partes blandas localizado.
Es de vital importancia conocer e informarse sobre los distintos síntomas que puede tener un paciente con Fibromialgia, ya que al no tener causa precisa puede afectar de gran manera a nivel emocional, social y, por supuesto, físico a todos lo que la padecen.