La dermatitis es un trastorno cutáneo que lo pueden padecer tanto adultos como niños y se diagnostica principalmente cuando la piel presenta una inflamación que deriva en lesiones visibles como enrojecimiento, edemas, costras, descamación, erupciones o prurito (picazón) en el cuerpo. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
¿Qué tipos de dermatitis existen?
Dependiendo de su causa y cómo afecta al cuerpo, la dermatitis se puede clasificar en distintos tipos. Por ejemplo, se encuentra la dermatitis de contacto alérgica la cual puede derivarse de una reacción puntual a una sustancia en particular. Además, encontramos la dermatitis numular, la cual a diferencia de la anterior, no tiene una causa conocida. Por otro lado, está la dermatitis crónica, la cual persiste por un tiempo más largo, siendo las manos y los pies lo más afectos y, finalmente, tenemos la dermatitis atópica o también llamada eccema que veremos en detalle hoy.
¿Cómo se diagnostica la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es diagnosticada clínicamente. Esto quiere decir que los criterios de diagnóstico están relacionados con los síntomas dispuestos por el Academy Of Dermatology. Si es que la dermatitis presente en el paciente corresponde a otra tipología, se verán factores como la ubicación de la irritación, el aspecto o antecedentes familiares de atopía. Además, es común que los médicos también traten de determinar si la persona ha ingerido o se ha aplicado alguna sustancia química sobre la piel de manera reciente o si ha entrado en contacto con una sustancia irritante, si tiene una alergia o si sufre una infección
¿Qué puede provocar dermatitis?
Existen distintos factores que pueden desencadenar este trastorno en la piel. Entre ellos factores genéticos, mal funcionamiento de la barrera epidérmica, cambios en los mecanismos inmunológicos o factores ambientales.
¿Qué factores ambientales me pueden estar provocando eccema?
Los factores más comunes que pueden desencadenar dermatitis atópica o eccema son:
- Alimentos, como leche, huevos, soja, trigo, frutos secos o pescado.
- Alérgenos inhalantes, como ácaros del polvo, hongos, epitelios animales.
- Colonización por Staphylococcus aureus en la piel debido a deficiencias en los péptidos antimicrobianos endógenos
- Productos tópicos como cosméticos, fragancias, jabones duros o detergentes.
- Sudoración
- Telas ásperas
¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis atópica?
Los tratamientos más comunes incluyen el uso de humectantes o corticosteroides tópicos siendo posible la recomendación de antihistamínicos, según sea necesario para el prurito.
¿Se puede complicar una dermatitis atópica?
Sí. Existe la posibilidad que la dermatitis atópica esté acompañada con una infección secundaria, las cuales pueden ser herpéticas y consisten en la presencia de un virus herpes simple llegando incluso a provocar fiebre alta, adenopatías y comprometer la salud ocular. Por eso es importante consultar siempre con un dermatólogo para su tratamiento.