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Confinamiento y su implicancia en la dificultad de la movilidad

Las cuarentenas territoriales en Chile de 2020 para combatir la pandemia de COVID-19 son una serie de restricciones de libertades y medidas de aislamiento sanitario de la población, forman parte de una política de salud pública con el fin de controlar la expansión del virus SARS-CoV-2, estas cuarentenas incluyen medidas especiales de restricción de movilidad, entre ellas, la que comúnmente conocemos como confinamiento. El confinamiento es una intervención que se aplica a nivel comunitario cuando medidas tomadas anteriormente han sido insuficientes para contener el contagio de una enfermedad, consiste en un estado donde se combinan estrategias para reducir las interacciones sociales como el distanciamiento social, el uso obligatorio de mascarillas, restricción de horarios de circulación, suspensión del transporte, cierre de fronteras, etcétera.

Son conocidas las posibles consecuencias físicas y sicológicas que pueden traer consigo este tipo de medidas sanitarias, sin embargo, un tema que no debe dejar de ponerse en relieve es como este confinamiento genera cambios en la necesaria movilidad de las personas.

Por movilidad se entiende el conjunto de desplazamientos, de personas y mercancías, que se producen en un entorno físico. Cuando hablamos de movilidad urbana nos referimos a la totalidad de desplazamientos que se realizan en la ciudad. Estos desplazamientos son realizados en diferentes medios o sistemas de transporte: coche, transporte público… pero también caminando y en bicicleta. Y todos con un claro objetivo: el de salvar la distancia que nos separa de los lugares donde satisfacer nuestros deseos o necesidades.

En esta línea, la movilidad o, más precisamente, las movilidades, pueden ayudar a comprender la importancia del territorio en la crisis actual. La movilidad no se refiere sólo a la manera en que las personas, sus cuerpos, las cosas –incluidos los virus– y las enfermedades se mueven, sino que también a cómo se encuentran interrelacionadas y son interdependientes con la movilidad –virtual, imaginativa y comunicativa de recursos, ideas, conocimiento, dinero, trámites, pedidos– todos los otros movimientos que nos permiten desplazarnos en el mundo actual. En concreto: ¡todo se mueve! Y, al mismo tiempo, estas movilidades también se encuentran inexorablemente vinculadas a múltiples formas de inmovilidad.

Esto quiere decir que para que yo pueda funcionar desde mi casa, otros se siguen moviendo, incluidas aquellas personas que retiran la basura, realizan repartos a domicilio, manejan buses, son funcionarios públicos o profesionales de la salud y, también, los bancos que siguen circulando dinero, los medios de comunicación que siguen transmitiendo imágenes o los miles de mensajes que continúan circulando por las redes sociales para mantener la cercanía social pese al distanciamiento físico.

Como vemos, el concepto de movilidad es mas amplio de lo que comprendemos y es en este tiempo de pandemia en donde nos podemos dar cuenta la importancia de que tiene esta actividad en nuestras vidas.

  1. ¿Cuáles son los principales problemas de la movilidad en pandemia?

El mayor problema descrito por las autoridades es principalmente lograr reducir los niveles de movilidad en la ciudad, esto se ve reflejado en las cifras durante el cuarto mes de confinamiento total en la región metropolitana que solo alcanzo una reducción del 35% de movilidad en el número de usuarios del transporte público urbano. Este bajo porcentaje de reducción se entiende por la dificultad de permanecer mas de 90 días en situación de confinamiento y la imposibilidad de fiscalizar que estas medidas se cumplan en un 100% en todas las regiones confinadas. 

  1. ¿Cómo influye el confinamiento en la movilidad de las personas? 

Tal como lo vimos en la pregunta anterior, se torna difícil que la población en general pueda cumplir con su confinamiento a medida que pasa el tiempo, lo anterior, debido a la gran cantidad de empleos que se ven afectados y las consiguientes consecuencias económicas asociadas a las restricciones de movilidad. Solo por mencionar algunos, los rubros que se han visto afectados con esta situación son el turismo, el retail y otros no considerados como esenciales para el funcionamiento del país. 

Otra dificultad que se presenta con la restricción de movilidad es la gran cantidad de trámites presenciales que han dejado de realizarse, lo que en definitiva, significa el necesario desplazamiento de estas personas a realizar dichos trámites.   Los adultos mayores en general, son los más afectados en este último punto ya que en su gran mayoría carecen del manejo necesario para realizar sus requerimientos on line, teniendo que recurrir muchas veces a la ayuda de algún familiar o amigo lo que entrega una sensación de falta de independencia o autovalencia que se traduce muchas veces en la imposibilidad de mantenerse en casa y con el riesgo que significa para las personas de este grupo etario exponerse a un posible contagio.                                                                                                                   

Otro punto no menos importante, es que el confinamiento dificulta la movilidad hacia el trabajo lo que implica un aumento en la cesantía debido a que diversas tareas no esenciales deben dejar de realizarse.

  • Medidas en torno a la movilidad.

Tal como lo ha explicado la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, “la movilidad no es solamente salir y tomar un bus. También es ir caminando y hacer compras en un negocio. La movilidad es todo este desplazamiento y es sobre esa movilidad que tenemos que actuar porque en todos esos desplazamientos existe un riesgo potencial de contagiar a otras personas”.   En este sentido, son tres los ejes principales que se han tomado en el transporte público:

  1. Mantener la oferta de servicios de transporte público, es decir, que las personas puedan seguir desplazándose hacia lugares de trabajo o donde prestan sus servicios.
  2. Asegurar una activa cadena de abastecimiento.
  3. Implementar medida de protección sanitaria de pasajeros y trabajadores.  
  • ¿Cómo se prepara la ciudad para el retorno de la movilidad?

Teniendo en cuenta la realidad de otros países, se espera que, al levantarse las medidas restrictivas de movilidad, el uso del automóvil, bicicletas, motocicletas y otros medios de transporte particulares verán un notorio aumento en su uso, debido a la sensación de seguridad que estos entregan al permitir el viaje de sus usuarios sin mayor contacto con otros individuos y de esta manera evitar contagios.

Sin embargo, seguirán siendo miles las personas que tienen al transporte público como única alternativa para su desplazamiento. En este sentido algunos proyectos presentados por la autoridad son:

  1. En el área de Transportes y Telecomunicaciones se financiarán 137 proyectos de inversión en todo el país. Se contemplan las siguientes inversiones:
    • 39 obras para el transporte público de todas las regiones, que contempla mejora de paraderos y habilitación de Pistas Solo Bus.
    • En 12 regiones del país se proyectan obras de semaforización o modernización del Sistema de Control de Tránsito.
    • Se realizarán 60 estudios para evaluar otras inversiones de mediano plazo.
    • 14 proyectos de conservación de vías, 100 km de Pistas Solo Bus y Conservación y Sanitización de paraderos para el transporte público metropolitano.
  2. En coordinación con los Municipios, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones generó un Plan Nacional de Movilidad para enfrentar el desconfinamiento con el objetivo de prevenir contagios en espacios públicos. En este marco se implementarán medidas como ciclovías temporales, cruces Tokio, zonas 30 KMH, zonas de espera o ampliación de veredas. Este tipo de acciones ya se han implementado de manera exitosa en las comunas de Rancagua, Arica y Chillán. Se han dispuesto de $2.500 millones de financiamiento para 60 municipios de todas las regiones del país.
  3. Se acelerarán las inversiones en Líneas de Metro y Trenes, con el fin de mejorar la conectividad del país. En esta línea, el plan involucra invertir 3.000 millones de dólares entre los años 2020 y 2022 en proyectos donde destacan: Metrotren Santiago-Melipilla, la construcción del nuevo Puente Ferroviario en Concepción; el mejoramiento del Tren Alameda – Chillán; y la implementación del Proyecto Red Concepción y Temuco (sumando 35 buses eléctricos y construcción de un electroterminal en cada ciudad)