La llegada del verano y la temporada de playas y piscinas es para muchos y muchas el argumento ideal para buscar un aspecto bronceado en la piel. Tenemos la idea de que la piel bronceada nos hace ver más saludables e incluso “más delgados”. Sin embargo, lucir una piel con algunos tonos más oscuros puede ser mucho más dañino de lo que realmente podemos ver. ¿Qué sucede realmente con nuestra piel cuando nos bronceamos? ¡Sigue leyendo!
Rayos UVB y Rayos UVA
Los principales responsables de una piel bronceada son algunos de los rayos ultravioleta más agresivos para la vida humana, hablamos de los rayos UVA y UVB; Y aunque la capa de ozono absorbe gran parte de su radiación, su debilitamiento ha provocado que cada vez nos veamos más expuestos a su acción, llegando incluso a provocar efectos como quemaduras, arrugas y el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
¿Cómo se broncea tu piel?
Generalmente, la pigmentación de la piel se les atribuye a los rayos UVB. Cuando estos llegan a la tierra, la primera superficie protectora que tocan en los seres humanos son las capas superiores de la epidermis. Las células pigmentarias localizadas en la unión de la dermis con la epidermis forman pigmentos llamados melamina. Estos son cedidos a las células que forman la epidermis (conocidas como queratinocitos) van coloreando de manera visible la capa más superficial de la piel, haciendo que nos veamos bronceados.
Este proceso puede tener graves síntomas cuando la dosis de exposición de UVB ha sido muy fuerte, llegando a provocar una quemadura solar en la piel. Es aquí donde las células envían una señal de daño grave, provocando que la zona afectada se torne roja y se inflame. Debes saber que cuanto más frecuente e intensa sea la exposición de la piel al sol, más grave será el daño.
¿Cómo le afectan a mi piel los rayos UVA?
Si bien los rayos UVA, no son los causantes naturales de quemaduras, si pueden penetrar las capas más inferiores de la piel, dañando el tejido que se encuentra bajo la epidermis, provocando envejecimiento prematuro y arrugas. Por otro lado, también se ha atribuido a los rayos UVA a ser un factor de causa para las personas que padecen de cáncer de piel.
¿Cómo puedo protegerme de la radiación UV?
Te dejamos algunos consejos:
- Si después de esta lectura, aún sigues con ganas de broncearte te recomendamos evitar hacerlo durante las horas alrededor del mediodía.
- Cuando te expongas al sol, cubre tus brazos y piernas. Usa también un sombrero de ala ancha para cubrir tu rostro, cabeza, cuello y orejas.
- Asegúrate que tus lentes de sol estén certificados en cuanto a la protección de rayos UVA y UVB.
- Usa protector solar siempre, inclusive en invierno o si el día está nublado.La radiación no se relaciona con el clima necesariamente.