Con la edad es común sufrir de dolores en la espalda o en las articulaciones dado el desgaste que se provoca al envejecer. Normalmente, esto sucede porque el colágeno de los cartílagos articulares comienza a degenerarse, lo que incluso puede generar una posible artrosis o artritis. Es aquí, donde se ha encontrado que el consumo de colágeno del tipo II es tremendamente beneficioso para evitar, prevenir y tratar la destrucción de estos tejidos.
¿Qué es el colágeno?
El colágeno es una proteína formada por fibras flexibles y puede encontrarse presente en los tejidos conjuntivos, como el cartílago que rodea y protegen las articulaciones, los tendones y la piel. De hecho, ya que es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, ya que es para de muchas estructuras básicas del organismo. Existen 21 tipos diferentes de colágeno: por ejemplo, el tipo I está más presente en la piel, los huesos, la córnea y los tendones y el colágeno de tipo II es el principal componente estructural del cartílago de las articulaciones.
Beneficios del colágeno Tipo II
Consumir de manera externa colágeno, ha resultado positivamente en ensayos y pacientes. Además, debido a sus altos niveles de asimilación en el cuerpo, no es necesario ingerir grandes cantidades para aprovecharse de sus beneficios, ya que el consumo del colágeno tipo II suele tener una asimilación del 70 al 90% y presenta beneficios como:
- Fortalecer los huesos
- Proporcionar resistencia a las articulaciones, al pelo y a las uñas.
- Mejorar la firmeza de la piel
- Ayudar al cuerpo a recuperarse después del ejercicio y a cicatrizar las heridas
- Prevenir la aparición de muchos tipos de dolores articulares, al intervenir en procesos inflamatorios
- Ayuda a obtener una óptima hidratación de la piel y previene el envejecimiento prematuro.
- Mantener la estructura y la función saludable de las articulaciones y a mejorar su movilidad
- Fortalecer las articulaciones al actuar sobre la elasticidad del cartílago y tendones.
¿Cómo se produce el colágeno para consumo?
El colágeno se puede encontrar en alimentos y suplementos tanto en formato cápsulas como en polvo. Existen dos tipos de proceso para la producción de colágeno: el no desnaturalizado y el hidrolizado. El primero se caracteriza por mantener su forma y propiedades originales, mientras que el colágeno hidrolizado es sometido a un proceso de desnaturalización, el cual consiste en someter al colágeno a altas temperaturas para usarse en estructuras como lo sería la gelatina.
¿Cómo actúa el colágeno tipo II?
Como el colágeno goza de un alto grado de absorción en el cuerpo, una vez presente en el organismo, el sistema inmunológico lo reconoce como un agente beneficioso debido a su implicación en la concentración de los glóbulos blancos de la sangre. Es aquí cuando actúa su función antiinflamatoria, provocando que – tras varios procesos internos- interfiera en el total de células citoquinas inflamatorias (que son proteínas que regulan la comunicación intercelular) evitando que la articulación se inflame reduciendo así todo tipo de dolor. Un buen suplemento como Biosul Colágeno tipo II ayudará a tus rodillas, hombros, codos, cadera y cualquier articulación a funcionar correctamente.
¿Quiénes pueden consumir colágeno del tipo II?
El colágeno está recomendado para todo público, ya que su función antioxidante previene el desgaste de las articulaciones y la aparición de dolores y enfermedades como la artritis o la artrosis.