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La empatía y el lenguaje según la neurociencia

Los diversos descubrimientos que ha hecho la neurociencia nos permiten entender el comportamiento y las acciones que son propias de los seres humanos. Uno de estos aprendizajes, fue notificado hace casi 20 años atrás, cuando se encontraba un tipo de neuronas que se activaban al ver a otro individuo realizar una acción: son las llamadas neuronas espejo. Si bien, durante estos años, se les han atribuido diversas responsabilidades y funciones en la vida humana, en el artículo de hoy nos referiremos a dos aspectos: El lenguaje y la empatía.

¿Cómo comenzó todo? Neuronas espejos en humanos versus la naturaleza.

Las primeras investigaciones respecto a las neuronas espejo fueron estudios realizados con monos. Los resultados muestran algunas similitudes entre ambos, pero también diferencias. Por ejemplo, se llegó a la conclusión que ambos – al ser observadores de actos de otros individuos – activan sus zonas motoras dedicadas a la organización y ejecución de estos mismos actos, aún cuando sólo quiera observar lo que se hace sin la necesidad de “replicarlo”, con el fin de comprender el significado del movimiento e integrarlos a su memoria. Por otro lado, una diferencia, es que los seres humanos tienen un sistema de neuronas espejo que codifican actos motores transitivos e intransitivos, es decir,  lo codifican aún cuando no entiendan su finalidad (en el caso del mono, éste sólo valora la acción cuando entiende su utilidad). Es así como, nosotros los seres humanos tenemos la capacidad de entender la intención detrás de cierto acto. 

El lenguaje y el habla

Las investigaciones que abordan el tema de las neuronas espejos revelan que estas se encuentran en grandes concentraciones en el área de la corteza premotora o del lóbulo parietal inferior llamado Broca (aunque estudios también han localizado este tipo de neuronas en otras zonas del cerebro, pero en una cantidad inferior. El área de Broca  es la zona encargada de la producción del lenguaje, por lo que sus funciones podrían estar vinculada al proceso de aprendizaje del lenguaje. Es importante aclarar que aún no existen suficientes demostraciones de que estas neuronas sean las únicas encargadas de desarrollar el lenguaje ya que debemos apreciar la complejidad de este proceso en la vida humana, tanto en lo oral como en lo escrito.


El papel de las neuronas espejos en la empatía.


Otra característica diferenciadora del ser humano respecto a la mayoría del resto de seres vivos es la capacidad que tiene de sentir empatía por otro. La empatía se define como la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona, asumir su perspectiva, ideas y emociones. Este complejo proceso se ha atribuido a la función de las neuronas espejo. Para poder entenderlo mejor, existe una ilustración bastante simple para explicarla. Si un trapecista de circo se resbala o pierde el equilibrio lo más probable es que todo el público experimente una reacción de peligro: sentirán una aceleración de pulso, un nudo en la estomago o tensión, como si ellos fueran los que están haciendo la acrobacia. Es esta capacidad de ponernos en la realidad del otro y es la que se atribuye a las neuronas espejos. 

Entender que fisiológicamente estamos creados para mantener relaciones interindividuales y sociales  ya que tenemos la habilidad natural de la comprensión inmediata del estado emocional de los demás, nos permite conectar y asociarnos empáticamente con los demás, entendiendo que nuestras mismas neuronas revelan que somos seres capaces de reflexionar sobre un otro.